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¿Acabas de descubrir que estás embarazada?

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¿Acabas de descubrir que estás embarazada?
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Ya el bebé viene en camino, y todos nuestros esfuerzos se concentran en ir a las controles mensuales, comprar juguetes, pañales y ropita para nuestro futuro hijito o hijita, y, aunque es algo mágico y hermoso, a veces puede ser tan absorbente y agotador preparar todo para la llegada de la cigüeña que nos olvidamos de que también debemos cuidar de esa personita que está llevando dentro de su vientre a nuestro bebito.

¿Eres una mamá nueva?  ¿Acabas de descubrir que estás embarazada?

Hoy les daremos un útil regalo a ti y a mamá: aquí encontrarás 5 consejos sencillos pero vitales para cuidar de la futura mami, para que estos nueve meses para ella sean los más felices de su vida.

#1 – Cuerpo ejercitado

Mantener el cuerpo de mamá activo de manera saludable mediante ejercicios físicos es muy recomendado durante el embarazo, ya que ayuda a mantener la elasticidad muscular, la capacidad respiratoria y el tono cardíaco de las mujeres embarazadas, lo que les ayudará muchísimo al momento del parto.

Además, realizar ejercicios oxigena la sangre de la futura mamá y del bebé, aparte de que alivia los calambres en las piernas, mejora la postura y evita que se gane demasiado peso extra, que suele ser el mayor obstáculo para volver a la figura pre-embarazo.

Animemos a las mamás a realizar actividades físicas que sean seguras moderadamente: no es recomendado hacer ejercicios que representen un esfuerzo físico severo o constante, como levantar peso de manera frecuente, hacer abdominales o hacer sentadillas con pesas. El yoga, el pilates o incluso  actividades algo más intensas como correr o la natación son perfectamente seguras para el bienestar de mamá y el bebé.

#2 – Vigilemos la dieta

Lo mejor en esta etapa es que a mamá no le falte ningún nutriente; no solo por la salud del futuro nuevo integrante de la familia, sino por su propio bienestar durante y después del embarazo. Satisfacer los antojitos de mami está muy bien, pero siempre con moderación, pues algunos alimentos pueden ser perjudiciales durante el embarazo.

Alimentos perjudiciales

  • Carne cruda: Las carnes rojas, pescados y mariscos crudos son altamente perjudiciales para mamá y el bebé a bordo debido a ciertas bacterias como la anisakis o la bacteria causante de la toxoplasmosis. Estas bacterias están presente en los alimentos solo cuando están crudos, por lo que es importante asegurarse de que están bien cocidos antes de servirlos.
  • Brotes y huevos poco cocidos o crudos: deben ser bien cocinados, de lo contrario podríamos correr el riesgo de que la madre pueda contraer salmonela.
  • Verduras y frutas mal lavadas: Aunque parezca una obviedad, es muy importante recalcar que todas las frutas y vegetales que consuma nuestra mamá deben estar muy bien lavados para evitar bacterias y parásitos durante el embarazo. Si se está fuera de casa y no se puede supervisar la correcta higiene y manipulación de estos alimentos, es mejor abstenerse de comerlos.
  • Reduce los niveles de sal: La sal es un enemigo silencioso, y lo mejor es mantenerla en observación, ya que excederse en su consumo puede generar retención de líquidos, algo a lo que las mujeres embarazadas son muy propensas, y aumentar la presión arterial.

Fuera de estos alimentos en la “lista negra” del embarazo, es recomendable que las futuras mamás tengan una dieta colorida y altamente variada, procurando no saltarse ninguna comida e ingiriendo las cantidades que la mamá considere para saciarse sin sentirse pesada después.

También es de suma vitalidad tomar suplementos vitamínicos y ácido fólico desde el primer trimestre del embarazo, ya que es bien sabido que el bebé suele absorber muchos nutrientes de mamá, por lo que debemos cerciorarnos de que ninguna vitamina, mineral y aminoácido le falte.

Un consejo: es importante obedecer al cuerpo, y si te pide comida… ¡a comer!

#3 – Ropa y calzado a la medida

Si hay algo que aprecian mucho las mujeres embarazadas, es la comodidad. A medida que el cuerpo de mamá va agrandándose y adaptándose a la nueva vida dentro de ella, veremos que no solo su pancita empieza a crecer, sino que también otras áreas como su busto, cadera e incluso pies crecen al ritmo del bebé. Haciendo muy incómodo el vestir las ropas y el calzado que antaño les entraba como un guante.

Pero, no solo los cambios físicos se hacen presente: las hormonas de algunas embarazadas pueden alterarse de tal forma que generan bochornos o calores. Además de que el bebé con el tiempo se hace cada vez más y más grande y, por ende, pesado, ocasionando cansancio y dolor en la columna, cadera y piernas. Para ayudar a combatir las incomodidades y hacer del embarazo la época más dulce, lo mejor es que llevemos a mamá a comprar ropas holgadas, frescas y sencillas de colocar hechas de tejidos suaves, y complementemos con un calzado deportivo que otorgue un buen apoyo a los pies y a la columna. Nuestra futura mamá lo agradecerá.

#4 – La pelea contra las estrías

Las estrías son algo que acompleja a todas las mujeres por igual pero, en el momento del embarazo, estas son mucho más propensas a aparecer debido al incremento acelerado de nuestro peso y tamaño, provocando que la piel se vea forzada a estirarse para acoplarse al ritmo en que el cuerpo de mamá se adapta y crece para el bebé, generando esas indeseadas cicatrices dérmicas conocidas como estrías.

Estas cicatrices tienen dos fases: la etapa joven que normalmente es más fácil de tratar (cuando recién aparecen son de color rojo o purpura), y la etapa madura que es muchísimo más difícil de eliminar (son de color blanco o amarillo muy claro). Aunque es casi imposible que no aparezcan, lo mejor que mamá puede hacer para evitarlas es conservar hidratada la piel con cremas emolientes y aceites de extractos naturales beneficiosos para la piel como el de coco, almendras o rosas. También se puede comenzar a consumir alimentos o suplementos con vitamina E y colágeno para ayudar a mejorar la elasticidad de la piel.

#5 – El sueño lo es todo

Dormir es algo sagrado, y cuando se está embarazada, se vuelve divino en muchas formas. Debido a que el cuerpo de mamá está trabajando por dos, el cansancio hace mella mucho más rápido de lo normal, por lo que es necesario, de nuevo, simplemente obedecer al cuerpo: no debemos hacer que la futura mamá se fuerce a mantenerse despierta, ya que eso será perjudicial en un futuro, en el que se sentirá aún más exhausta, corriendo el riesgo de descompensarse por agotamiento.

Una mujer embarazada puede dormir hasta 14 horas diarias, haciendo intervalos de siestas cortas a lo largo del día, por lo que no te debes sorprender si durante el primer y el último trimestre tu futura mamá pasa más tiempo en cama dormida que afuera activa. Lo mejor es aprovechar el momento porque, todos sabemos que cuando llega el bebé, todas las horas del día son para él.